LOJA EN EL DESCUBRIMIENTO DE LA QUININA.

Dice la leyenda que fue en Loja donde por primera vez se conocía cierta casta de árboles grandes, que tienen la corteza como de canela, un poco más gruesa y muy amarga; la cual da en polvo se da a los que tienen calentura y con solo este remedio se quitan las calenturas. Tiene efectos milagrosos.

Inclusive para testimoniar hay el relato de que en el año de 1600 en Malacates a 35km de Loja, un misionero Jesuita enfermó con fiebre palúdica y el cacique Pedro Leiva le dio a tomar un poco de aguardiente en el que previamente había macerado pedazos de la corteza del árbol de cascarilla.

El Jesuita curó de su mal y cuando el corregidor de Loja Juan López Cañizares cayó gravemente enfermo con la misma fiebre, el Jesuita le administró el citado remedio indígena, su curación fue rápida y definitiva...

Los científicos más sobresalientes que estudiaron la quina o cascarilla de Loja fueron Humboldt, Bonplank, Jussieu, Linneo, La Condamine, Caldas, entre otros.